
Nuestro querido "Gato" nos hizo pasar un susto enorme, cuando víctima de la soberbia de su talento, por casi pierde la bola, dejando a Vega solo ante el arco. Hubiese sido una catástrofe.
Por otro lado, fue un milagro que no lo expulsaran, por el cabezazo que le dio a Ladines dentro del área. Hubiese significado su expulsión, una sanción fuerte y la pérdida irremediable del equipo.
Parece que las segundas, terceras y cuartas oportunidades se llevan bien con Gastón.
Esperemos, que de su parte, no se repitan este tipo de acciones y que siga desempeñándose como lo ha hecho en otros partidos: con garra, pero tranquilo; con soberbia, pero desconfiado.
Y como no se vive de lo que pudo ser, sino de lo que fue; podemos decir que el Barce obtuvo un punto desalentador, pero que no nos mata. Es más, el dolor de esa herida nos va a llevar a ganar nuestro próximo partido de seguro.
A defender nuevamente el arco, "Gato"!
Imagen: www.hinchaamarillo.com
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