
Fue sin duda, el más asediado, coreado y perseguido por los fanáticos amarillos. Una noche gloriosa, sin duda alguna.
Al principio, peligrábamos al momento de la entrada, ya que no somos socias dentro del ídolo; mas, nuestras ganas pudieron más y presentando nuestras certificaciones de propietarias de palco, pudimos ocasionar la excepción e ingresar sin ningún problema al Salón de "Los Presidentes".
Buena organización, estrellas por doquier, personajes insignes que nos traían recuerdos demasiado gratos a la mente, los actuales luchadores amarillos; en fin, era un pequeño mundo donde estábamos muchos afortunados de sentir en el corazón a Barcelona.
En la culminación del evento,un buen vaso de whisky o de coca-cola, para brindar por el triunfo torero y por los triunfos que vendrán...
Viva Barcelona!
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